Un fiel perro policía y su agente humano sufren graves heridas mientras cumplen con su deber, y solo se les puede salvar mediante una operación descabellada en la que ambos se fusionan en uno, convirtiéndose en Policán. El nuevo agente jura proteger y servir, pero también sabe buscar, sentarse y dar la patita. Policán acepta su nueva identidad y se esfuerza en complacer a su Jefe.